Puede que las generaciones pasadas juzguen este cambio y solo lo consideren como la decadencia total, como la pérdida de toda moralidad, pero tal vez sea solo por su ignorancia hacia este tema lo que no los deja ver las grandes ventajas y avances que nos ha permitido este cambio, y solo se queden fijos en los contras que todo esto conlleva. Es inevitable quedar inmersos en todas estas dinámicas, y por esta misma razón, tenemos la obligación de adaptarnos, de lo contrario nos veremos aplastados por ellas mismas. Las facilidades que han aparecido gracias a este cambio son innumerables, la velocidad de la información, el acceso a ella, la comunicación, el flujo del conocimiento, la economía y otra gran cantidad de campos que se han visto beneficiados gracias a esto son la muestra del gran poder que tiene todo aquel que sepa aprovechar los nuevos medios de esta era.



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En medio de todas estas posibilidades, también aparecen algunas que son sumamente perjudiciales. El hecho de que cualquiera pueda subir algo a internet pone en tela de juicio la veracidad de la información, sin embargo, también demuestra el poder de accesibilidad que tienen los usuarios. Hoy en día, no tenemos que esperar determinado horario para conocer las noticias, ni estamos limitados a el único punto de vista que suponían estas emisiones televisivas, sino que podemos armar nuestras propias ideas basándonos en las diferentes fuentes que nosotros mismos escojamos. Las grandes cadenas de noticias ahora solo representan una mínima parte en todo este gran grupo de fuentes de información, generando que cualquiera pueda convertirse en un emisor. Actualmente, es más diciente un meme que un reportero, es más influyente un youtuber que muchos políticos, es más relevante una publicación de las Kardashians que una publicación en una revista científica, y en realidad no es que haya un desequilibrio abismal en la relevancia social que tienen los unos o los otros, pero es la prueba del nivel tan importante en el que estamos inmersos en el internet y en lo digital y en las dinámicas que esto nos impone.